11 dic 2007

¿Por qué no te callas…?


Esta frase tan famosa hoy en día marca un hito en la manera de hacer política. El por qué a continuación.

Desde hace mucho se sabe que la izquierda está fraccionada, lo que no se sabe es el porqué, y que es lo que denominamos como izquierda. Lamentablemente las fronteras entre izquierda y derecha han perdido el rumbo, debido en gran medida a todos los autoproclamados de izquierda, que son aquellos que proclaman que al ser humildes y venir de la raza son de izquierda.

La izquierda se concibe por las prioridades en la toma de decisiones. Si a un legislador que se considera de izquierda le interesa más sacar una reforma que aumente su salario, que una que pueda paliar la pobreza en algún sentido estamos en un concepto fallido de izquierda política.

La izquierda se construye por ideales, fines y medios. Idealmente su principal objetivo es acabar con las diferencias en oportunidades de crecimiento en los distintos estratos socioeconómicos de la sociedad. Lamentablemente, en su andar ha perdido el rumbo en más de una ocasión.

En México no ha sido la excepción, grupos de izquierda han terminado desquiciando a la sociedad con actitudes contrarias a los ideales de la misma izquierda, casos tan sonados como el de Lucio Cabañas y el movimiento de los 400 pueblos muestran esos extremos a los que la izquierda es capaz de llegar.

Actualmente a la izquierda se le presenta una nueva oportunidad para reformarse y seguir su proceso de maduración. Que en los últimos meses ha sido muy duro, le tocó perder una elección que ya tenía prácticamente en la bolsa, todo por que en su momento no se supo distinguir que lo importante era el medio democrático para implantar los ideales izquierdistas, en cambio únicamente se pensó en los puestos políticos que representaba la victoria. El desenlace de esa derrota la conocemos todos, una especie de esquizofrenia que paralizó a la ciudad de México y se debilitó el movimiento real de la izquierda. Mismo que no ha logrado entender que las masas votan en la urna, y no en la calle.

El por que no te callas es reflejo de la izquierda que no queremos, una izquierda como la de Hugo Chávez, una izquierda necia y golpista, que priva de libertades a sus ciudadanos, tal y como Cuba lo ha hecho en el castrismo. Por lo tanto como consumidores debemos saber distinguir que izquierda consumimos, la izquierda de Bachelette o la de Chávez, si queremos a un Evo Morales o a un Lula, y sobretodo si queremos más Noroña o mejor a cualquiera de Alternativa Social.
Esto último tiene mucho que ver con el tipo de discurso que cada uno tiene, mientras unos proponen alternativas, otros solo se dedican a vender una frase (e.g ¡no al gasolinazo!, voto por voto) y a golpear a la democracia propositiva con consignas y sin argumentos, quien no me crea desvelece un día y vea los debates del IFE en el canal 11, es triste ver como quienes no tienen argumentos boicotean el diálogo que finalmente es el camino y medio más justo que existe. Por eso algunos miembros de la izquierda mexicana siento que han perdido el rumbo, a todos ellos "por favor multipliquense por cero".

2 comentarios:

rbm dijo...

Tremenda sorpresa y gusto me da leerte sobre política.

Así, blogs que me lata leer también esta uno de los Pascoe: http://lucianopascoe.spaces.live.com

Pero tu ¿que izquierda preferirías? igualdad de oportunidades de crecimiento (entiendo escalar socioecónomicamente) o igualdad de derechos y obligaciones, o un sistema de gobierno que salvaguarde a sus ciudadanos de la pobreza.

Creo que hay muchos tipos de "izquierda" y me gustaría conocer cuál te gusta a ti.

Osvaldo Antonius dijo...

Y que pasa si las urnas hoy en dia no reflejan las ncesidades de un pueblo, si únicamente son una extensión mas del poder de estado... ¿Debemos seguir creyendo en los métodos impuestos? ¿O buscar alternatvas(sin mercanitismos)? En fin, siento que también existe la palabra pluralidad si bien es cierto que los medios por los que se pretende hacer no son los idóneos, que hacer si un sistma no te esta representando ni tomando en cuenta.